Francia se ha despertado este miércoles leyendo una curiosa historia digna de guión cinematográfico protagonizada por coleccionistas, camisetas, falsificaciones y policías, todo ello con una clara vinculación con el mundo del fútbol. Y es que la elástica con la que David Trezeguet disputó la final del Mundial 1998 ha sido destruida por los funcionarios de la aduana francesa por creer que se trataba de una falsificación.