Gracias a los esfuerzos del gobierno mexicano la ballena gris se ha salvado de la extinción y su número se ha incrementado de 2.000 a principios de siglo a más de 20.000 a mediados de los 90. Cada año las ballenas grises recorren algo más de 600 millas -marinas digo yo- desde las frías aguas del Mar de Bering en Alaska a las cálidas aguas del centro de Baja California en las costas del Pacífico.