Hechos de fuerza mayor tal como huelgas, retrasos en transporte, alzamientos, motines, pandemias, guerras, etc. Si las circunstancias lo permiten, el impresor se lo comunicará por escrito al cliente tan pronto como tenga constancia oficial del hecho en sí. En todo caso para las repeticiones del mismo trabajo se cobrará un mínimo estipulado por la puesta en máquina. Los moldes (pantallas o placas) nunca son propiedad del cliente, ya que solo se le cobra por la manipulación del mismo y no por su venta.