Menos mal que nuestros hermanos mexicanos se las pelean con los gringos ganando la partida en hospitalidad germinada al calor del tequila, las rancheras y narcocorridos frenéticos. Hasta los más vagos no pueden poner excusas para dejar de subir a lo más alto de la Pirámide del Sol, la tercera pirámide más grande del mundo, tras las de Tepanapa en Cholula (México) y la de Keops en Gizah (Egipto).