Tras vivir 65 de sus 88 años bajo las luces del ‘Maracanazo’, quiso el destino que Ghiggia falleciera el mismo día que un gol suyo rubricara aquella hazaña, ligando para siempre su muerte al hito que lo glorificó en vida. Ubicada en Maldonado, Punta del Este, San Carlos, Rocha y Montevideo. Los homenajes «hay que hacerlos en vida, después no sirven», dijo Ghiggia en mayo de 2014 tras descubrir un sello que el Correo uruguayo emitió en su honor, uno de los múltiples reconocimientos que recibió a lo largo de su trayectoria.